Han pasado varios años desde la creación de esta colectividad y de su sede, pero los desafíos siguen vigentes. El Vicealmirante Hernán Couyoumdjian Bergamali, quien fue presidente de la Colectividad entre 2006 y 2008, dice: “Hay que lograr que los más jóvenes la pasen bien, es fundamental que se mantenga la unidad y esta identidad armenia. La clave está en elegir buenos líderes, jóvenes que estén dispuestos a sacrificar su tiempo por la causa”, sostiene. Y eso mismo se está cumpliendo. El Directorio está compuesto por jóvenes descendientes de armenios que trabajan en pos de mantener viva la llama armenia. El actual presidente de la Colectividad es Garo Konstantinidis Lotikyan, quien sostiene: “Para nosotros, ser armenios significa ser el ‘testimonio viviente’ de una cultura milenaria muy influyente en distintos períodos de la historia, que estuvo a punto de quedar en el olvido después de 1915. Hemos sabido preservar nuestra identidad y patrimonio cultural aún lejos de la madre patria, pero a la vez integrándonos en los países que nos han recibido”, explica.
En este renacer de la colectividad armenia y el importantísimo papel que juegan los jóvenes, hay otra gran figura que se hace presente. Se trata del Padre Sipan Gevorgyan, quien llegó desde Armenia a Santiago hace casi dos años y es el primer sacerdote de la Iglesia Apostólica Armenia en Chile. Él celebra la misa armenia los domingos y, también dicta clases de armenio en el Hai Dun.