Los armenios tienen una historia peculiar con Etiopía. A pesar de estar a miles de kilómetros de distancia y hablar una lengua semítica (el armenio es una lengua indoeuropea), Armenia y Etiopia tienen un alfabeto similar. Las relaciones entre ambas naciones se remontan a dos milenios. Además, los armenios jugaron un rol importante en la historia moderna de Etiopía. La comunidad armenia de Etiopía incluye al creador del himno nacional etíope, Kevork Nalbandian, encargado por el propio Haile Selassie. También fue Selassie quien, al visitar Jerusalén, invitó a 40 huérfanos del Genocidio Armenio, conocidos como “Arba Lijoch” ó “cuarenta niños”, a regresar a Addis Ababa junto con él y asumir el papel de la Banda de Música Imperial de Etiopía. El grado de participación de la comunidad armenia en el desarrollo de Etiopía se extiende en la arquitectura, en medicina y, quizás lo más emocionante, el Etio-jazz. Allí es donde el talento musical de los inmigrantes armenio dejó un impacto que perdura.
7 lugares donde sorprendentemente encontrarás armenios
Mientras uno camina por las calles de Sudán o de la India, lo que menos espera encontrarse es una bella iglesia armenia. Sin embargo, ¡las chances de cruzarse con una son asombrosamente altas! Así es como esto sucede:
Etiopía
India
Armenios e hindúes tienen algo en común: una cultura milenaria. No es una sorpresa que armenios e hindúes tuvieran un intercambio entre ellos, en un pasado de hace algunos miles de años. Pero sus lazos van más allá de encuentros casuales. Akbar, emperador del imperio Mogol, invitó a los armenios a establecerse en Agra en el siglo XVI. Los armenios tenían una comunidad en auge en Calcuta (Kolkata), donde aún hay una iglesia y una escuela armenias. En 1772, Shahamir Shahamirian, un próspero comerciante y miembro de la comunidad de Chennai (Madrás), publicó su visión del futuro Estado armenio; se cree que este trabajo sería la primera Constitución Armenia. A pesar de que está lejos de la patria, la India fue el primer lugar donde se publicó el primer periódico armenio, “Azdarar”, en 1794, por Haroutioun Shmavonyan, otro miembro de la comunidad de Madrás. Los armenios también contribuyeron con el comercio, la arquitectura, la medicina tal como lo han hecho y, continúan haciendo, en todos los lugares que han adoptado como sus hogares.
Singapur
Singapur es una de las tres ciudades-estado que quedan en el mundo. Y no sólo fue allí (y sigue estando) una pequeña comunidad armenia que estableció la primera iglesia cristiana del país. Además de esto, los armenios fundaron el clásico Hotel Raffles de Singapur. Fue una mujer armenia, Ashkhen Hovakimian, quien tomó el nombre de Agnes Joachim, quien crió Vanda Miss Joaquim, la orquídea que, actualmente, es la flor nacional de Singapur.
Venecia
La Reina del Adriático fue una parada en el camino de muchos comerciantes, cuando era el centro comercial del mundo. Sin embargo, los armenios que permanecen allí no son descendientes de comerciantes, sino, monjes. La Orden de los Mekhitaristas de la Iglesia Católica Armenia recibió la Isla de San Lázaro como un presente en 1717. La Orden fundó un monasterio, estableció una biblioteca, un centro para manuscritos y una editorial. Pero esto no es ni siquiera la mitad de la historia. Más de 200 años antes de que los Mekhitaristas se instalaran en la isla, en 1512, un hombre que iba por allá, Hakop Meghapart (Hagop el Pecador), publicó el primer libro armenio en la imprenta, “El libro de los viernes”. Suficiente como para decir que los armenios han estado allí por mucho tiempo. Actualmente, los monjes Mekhitaristas aún habitan la isla (son los únicos que viven allí) y todavía aceptan estudiantes y turistas. Especialmente, aquellos que quieran probar su mermelada de rosas, hecha con las flores que crecen en la isla.
Japón, Sudán y México
En realidad, no es que haya muchos armenios en Japón, Sudán y México, pero ¡hay varios de ellos! Y no se esconden: hay una estrella de pop japonesa-armenia, una iglesia en Khartoum, Sudán y quien fuera el embajador de México en los Estados Unidos, Arturo Sarukhan, es armenio y ¡fue el primer diplomático en Twitter”.