Panos Manjian
Es en honor a su abuelo que el futuro general Manjian lleva el nombre de Panos. Su abuelo nació en la aldea ciliciana de Vakifli. Él cultivaba naranjas y caquis en las laderas sur del monte Musa Dagh antes de que comenzaran las primeras masacres de armenios y hasta antes de que se desencadenara la revolución de los Jóvenes Turcos. Cuando se enteró de los ataques contra los armenios, el granjero tomó su fusil de caza con doble cañón e ingresó como voluntario en la milicia del legendario “fedayi” Kevork Chavush, quien se comprometió a defender el derecho de sus compatriotas a vivir en su tierra.
El movimiento popular de liberación nacional produjo algunos resultados, pero el Sultán Abdul Hamid II y su régimen tardaron poco tiempo en reiterar la política de exterminio. En mayo de 1915, los habitantes de Musa Dagh supieron de la cruel estrategia anti-armenia de las nuevas autoridades otomanas: por orden del gobernador (“kaymakam”), todos los habitantes de las aldeas situadas en los alrededores de Musa Dagh tenían siete días para dejar sus hogares y unirse a las caravanas con destino a los desiertos sirios. Aquellos que incumplieran la orden serían ejecutados.
Panos fue uno de los que sostenían la idea de organizar un movimiento de resistencia. Cerca de 6.000 aldeanos subieron al Musa Dagh y prepararon las líneas de defensa. El abuelo de Manjian se convirtió en miembro del comité de defensa organizado por los rebeldes.
Durante 53 días los aldeanos de Musa Dagh, que sólo contaban con 150 rifles, lograron repeler de manera heroica los ataques del Ejército Otomano, cuyos efectivos eran muchísimos más y estaban mejor equipados.
“Prácticamente todos los hombres de nuestra familia murieron en combate”, cuenta el general Manjian. “Cuando los rebeldes se quedaron sin comida, sin municiones y sin fortaleza para resistir, el comité de defensa tomó una decisión muy difícil: los hombres librarían una última batalla contra los turcos y morirían en combate, mientras que las mujeres y los niños saltarían de los acantilados para morir en el mar. Mi abuelo estaba listo para despedirse de su mujer y de sus hijos, cuando los centinelas señalaron haber divisado un buque militar francés en los alrededores”.
Los marineros del crucero de guerra francés Guichen recibieron un mensaje a bordo que les informaba sobre la heroica resistencia que tenía lugar en la cima del monte. El Vicealmirante Louis Dartige du Fournet, a cargo de éste y otros navíos, ordenó la evacuación de los armenios. La operación duró dos días. El 14 de septiembre, la familia Manjian, junto con otros defensores del Musa Dagh que habían sido rescatados milagrosamente, llegaron al pueblo egipcio de Puerto Saíd y fueron ubicados en un campo de refugiados. “Mientras las mujeres y los niños se instalaron en el campo, los hombres se ofrecían como voluntarios para continuar la batalla contra los otomanos”, agrega Manjian. “Mi abuelo se incorporó a la Legión Armenia, que luchó del lado de los Aliados. Continuó luchando contra aquellos que lo privaron de su hogar y que asesinaron a sus hermanos”.
Tras la derrota del Imperio Otomano, el sur de Cilicia quedó bajo el control de Francia. Los armenios de Musa Dagh regresaron a sus hogares y comenzaron a reconstruir las aldeas saqueadas. Una vez más, Panos comenzó a cultivar naranjas y criar ovejas. En 1921, nació Andranik, el futuro padre de Panos Manjian.
Andranik Manjian, padre de Panos |
El único de origen no árabe
Pero esa vida apacible se haría añicos nuevamente: en junio de 1939 París cedió a las presiones de Ankara y aceptó devolverle a Turquía la provincia de Hatay. Esta región comprendía al Musa Dagh. La mayoría de los habitantes de Musa Dagh, incluyendo la familia Manjian, debió huir de sus hogares una vez más. Se trasladaron al Líbano y participaron de la creación del pueblo de Anjar en las montañas del este del Valle de la Beca. En la actualidad, seis distritos de Anjar aún llevan el nombre de las aldeas de Musa Dagh.
Cuando alcanzó la mayoría de edad, el padre del General Manjian tomó juramento de lealtad al Ejército Francés y sirvió al régimen de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial. Pero al haber perdido la confianza en los colaboradores, Manjian desertó para unirse al bando del General Charles de Gaulle. Como parte de la Legión Armenia luchó para liberar a Palestina del Ejército Nazi. Luego de que el Líbano creara sus propias fuerzas armadas, Andranik regresó a su hogar y sirvió al ejército de la joven república. En 1952, su esposa dio a luz a Panos, destinado a convertirse en miembro del gobierno de dicho país 58 años más tarde.
Los padres de Panos Manjian |
Desde que era pequeño, Panos el benjamín de la familia, soñaba con tener una carrera militar, pero fue por casualidad que terminó en el ejército. “Cuando vine a estudiar a Beirut resultó ser que cursar estudios universitarios era muy costoso”, recuerda el General. “Como era muy tímido para pedirle dinero a mi padre, decidí postularme donde la educación fuera gratuita”. Así fue como Manjian se convirtió en cadete del ejército.
El estudio no era fácil: Panos hablaba muy poco árabe. De los 270 cadetes, él era el único que no era de origen árabe, lo cual representaba todo un desafío.
“Ante los ojos de los oficiales libaneses, yo representaba la diáspora armenia. Tuve que demostrar que un armenio puede ser más patriota del Líbano que los mismos libaneses”, explica el general. “Quería convencerlos de que los armenios son guerreros. Creo que en cierta medida lo logré hacer”.
Panos Manjian durante su juventud |
Cuando estalló la Guerra Civil en el país, Manjian recién se había recibido de la escuela militar. Como comandante de pelotón, el joven lugarteniente formó parte de la liberación de los sitios estratégicos en el este de Beirut, tomadas por los bandoleros. En honor a su promesa, encontró la oportunidad de ayudar a los armenios libaneses a organizar unidades de autodefensa. Manjian hizo un gran aporte a la defensa de los barrios armenios de Beirut que preservaban su neutralidad en este momento de convulsión.
En agosto de 1983, Manjian, que había sido ascendido al rango de Capitán, fue herido gravemente y pasó casi seis meses hospitalizado. Una vez que se recuperó, el Capitán Manjian fue enviado a los Estados Unidos para estudiar el arte del combate con tanques. Durante ocho años perfeccionó sus habilidades militares en Kansas y Kentucky y después pasó un tiempo en una academia militar de Canadá. De regreso al Líbano, se convirtió en Jefe de Estado Mayor Adjunto de las fuerzas armadas libanesas. Se retiró en calidad de Coronel General en 2005.
Panos Manjian junto a su familia |
“Al principio no estaba muy interesado en la política. Pero en países como El Líbano, si uno no está interesado en la política, es la política la que comienza a interesarse en uno”, expresa el general. “Soñaba con servirle a mi país y estaba listo para hacerlo de todas las maneras posibles, así que fue un honor para mí cuando en 2010, el presidente Michel Suleiman me ofreció un cargo en el gobierno como representante del Partido Dashnaktsutyun”.
Panos Manjian ejerció como Ministro de Defensa, Asuntos Internos y Seguridad Nacional durante dos años y medio. Fue un período difícil para el ejército. Luego de que las fuerzas sirias dejaran el país, las fuerzas armadas del Líbano pasaron por un programa de restructuración supervisado por Manjian. Habiendo abordado con éxito este desafío, el general dejó su cargo y se centró en su familia y en la comunidad armenia.
Panos Manjian junto al presidente armenio Serzh Sargsyan y el presidente libanés Michel Suleiman |
Panos Manjian es muy conocido y respetado en el Líbano, pero es en su pueblo natal de Anjar donde es especialmente venerado. Todos los años, el 14 de septiembre, Manjian personalmente cocina el tradicional plato “harissa” en la plaza central del pueblo en honor al rescate de Musa Dagh. Así es como los armenios libaneses conmemoran a sus heroicos ancestros y a los marineros franceses que les salvaron la vida.
La historia fue verificada por el Equipo de Investigación de 100 LIVES.